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El negocio del terrorismo: cuando la violencia se convierte en industria

por Mundo Ejecutivo

El autor Enrique Presburger expone la dimensión económica detrás del terrorismo global y los intereses que lo sostienen.

Aunque suele explicarse desde la religión, la ideología o la política, el terrorismo también tiene una cara que pocas veces se aborda: su lógica económica. Esa es la premisa central del libro El negocio del terrorismo, del economista y analista Enrique Presburger, quien propone una lectura distinta sobre cómo el dinero alimenta y perpetúa la violencia en distintas regiones del mundo.

La economía detrás del terror

Presburger revela que miles de millones de dólares circulan cada año en redes de financiamiento que sostienen a grupos armados, milicias y organizaciones extremistas. En su investigación, muestra cómo estos flujos económicos se canalizan a través de gobiernos, organismos multilaterales, ONGs e incluso empresas privadas, creando un ecosistema que convierte al terrorismo en una auténtica industria global.

El autor plantea que el fenómeno no subsiste solo por fanatismo o radicalismo religioso, sino porque en muchas regiones del planeta el terrorismo se ha convertido en una fuente rentable de ingresos, sostenida por incentivos políticos, económicos y sociales.

Una mirada crítica y necesaria

Durante la presentación del libro, Presburger abordará temas clave que ayudarán al público a comprender:

  • Quiénes son los principales financiadores del terrorismo contemporáneo.
  • Qué mecanismos económicos permiten su permanencia y expansión.
  • Por qué los conflictos se prolongan en lugar de resolverse.
  • Cómo los incentivos internacionales, desde la ayuda humanitaria hasta la diplomacia, pueden terminar reforzando la violencia.
  • Qué alternativas económicas podrían transformar subsidios al terror en integración y estabilidad regional.

Comprender para desmantelar

Más que una denuncia, El negocio del terrorismo es una invitación a repensar el fenómeno desde la economía y no desde la ideología. El autor sostiene que entender los incentivos financieros detrás del terrorismo es el primer paso para debilitar sus estructuras y construir un futuro más estable.

El terrorismo no es ideología, es economía”, subraya Presburger. Una afirmación provocadora que busca mover el debate hacia donde pocas veces se mira: los intereses, flujos de capital y mecanismos internacionales que permiten que la violencia siga siendo un negocio.

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