A menudo considerada como una comunidad de “bajo perfil” o de vuelo bajo en el radar de los negocios, la generación X se posiciona actualmente como una fuerza emprendedora importante.
De acuerdo con los resultados del estudio “MiPyMEs en México: Desafíos y oportunidades para su digitalización comercial en 2024”, elaborado por CONTPAQi®, el 53% de las microempresas en México son lideradas por una persona de la generación X; es decir, por una mujer o un hombre de entre 43 y 60 años.
René Martín Torres Fragoso, cofundador y presidente de CONTPAQi®, refiere que las pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), son el motor de la economía mexicana, ya que el 99.8% de los negocios que hay en el país son micro, pequeños o medianos y representan más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
Emprendedores mexicanos son reconocidos por sus modelos de negocio innovadores
La generación X toma la estafeta
Asimismo, Torres Fragoso comparte que la investigación revela que, a partir de 2022, las y los emprendedores pertenecientes a la generación millennials o integrantes de la Gen Y, fueron quienes impulsaron con mayor fuerza el crecimiento de los micronegocios.
No obstante, actualmente, mujeres y hombres de la generación X toman la estafeta, aportando experiencia, resiliencia y valor al ecosistema empresarial.
Perfil de las emprendedoras y emprendedores de la generación X
Las y los empresarios de la generación X son conocidos por su alto compromiso y lealtad a sus empresas, aunque quizás menos que la generación de sus padres.
Algunos análisis globales revelan que también es una generación que valora el equilibrio entre vida personal y profesional.
Esto es importante porque al comenzar un nuevo negocio, evitan el burnout, y mantienen su energía y concentración a largo plazo.
En conclusión, la generación X es líder en el mundo emprendedor mexicano con su experiencia, adaptabilidad tecnológica y enfoque en el bienestar integral.
Además, su influencia es evidente en el crecimiento de las medianas empresas, donde demuestran que el compromiso, la resiliencia y las habilidades de gestión son claves.
