Cada que inicia una nueva administración en el país, en los estados o en la Ciudad de México, además de los cambios lógicos en las políticas públicas, se presentan diferentes acciones que buscan posicionar la identidad del gobierno en turno y las patrullas no son la excepción.
Más allá de la renovación permanente y obligatoria que implica el parque vehicular de la Policía, el cambio de vehículos policiales permite a las autoridades federales, estatales o municipales marcar el sello de la casa en lo que se refiere a la imagen institucional en aspectos como logotipo, colores y simbología.
Y para muestra un botón. Apenas la semana pasada, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció que en los próximos días entregarán tres mil nuevas patrullas a los agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con lo que se establecerá la nueva cromática que portarán las unidades policiales que dejarán de ser verdes para convertirse en blancas y portar elementos como el corazón, el nopal, los ajolotes y el cempasúchil que caracterizan a la identidad institucional del actual gobierno capitalino.
Además de la cromática y la imagen institucional, resultará importante conocer si las nuevas unidades fueron compradas o serán de arrendamiento, ya que ello constituye un importante factor en las finanzas públicas. De acuerdo con especialistas en materia de seguridad, la renta de patrullas representa una ventaja en la operación cotidiana de los cuerpos de seguridad pues conlleva el mantenimiento preventivo y correctivo de los vehículos, mientras que la adquisición representa un gasto mayor, además de que implica un costo extra llevar a cabo el citado mantenimiento por cuenta propia.
Pero lo más relevante de la entrega de las unidades vehiculares, será que en verdad resulten funcionales para el uso operativo, el cual en muchas ocasiones exige un manejo rudo, en condiciones adversas, pero, sobre todo, su utilización permanente sin descanso, aunado al equipamiento como tecnología, torretas, sirenas y equipo de comunicación, pues de nada sirven patrullas nuevas y bonitas si a la hora de los hechos muestran condiciones inferiores a los vehículos usados por la delincuencia.
TEPJF: fortaleza en tiempos de incertidumbre
En momentos marcados por la polarización política y la desconfianza en las instituciones, resultó muy alentador escuchar las palabras de la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Soto Fregoso, quien recordó que se órgano se mantiene firme y comprometido en su papel como garante de la legalidad y la democracia.
Sus señalamientos de que el Tribunal no actúa bajo consignas ni complacencias deben tomarse como una declaración de principios institucionales en un país en donde la imparcialidad de los organismos públicos ha sido muy cuestionada. Una postura vital para preservar la legitimidad de las decisiones que definen -y seguirán definiendo- el rumbo político de nuestro país.
Al encabezar la Ceremonia de Entrega de Títulos y Diplomas de Posgrado 2025 de la Escuela Judicial Electoral (EJE), escoltada por el magistrado Felipe de la Mata Pizaña, Soto se mostró abierta a la crítica pues, afirmó, ésta fortalece no solo a la institución sino a la sociedad misma.
La EJE es no solamente una institución de vanguardia que nutre al Poder Judicial sino también a una ciudadanía más crítica, profesional e informada. Un esfuerzo por formar talento con vocación democrática que blinde al país frente a las tentaciones del autoritarismo.
Trump: más allá del comercio, el mensaje…
No tendría que causarnos sorpresa, Donald Trump iniciará el segundo semestre del primer año de su mandato intimidando como ya es su característica. Como experto bully ya escogió a los candidatos que mayores dividendos le pueden dar corriendo con lo que el considera menores riesgos. Hacia el norte eligió a Canadá y hacia el sur, ¿por qué no? A Brasil.
El jueves el presidente de Estados Unidos inexplicablemente notificó a su vecino que a partir del primero de agosto la mayoría de sus importaciones deberán pagar un arancel de 35% (su manera de calcular los porcentajes sigue siendo un misterio aún para los grandes iniciados), derivado de sus pobres esfuerzos en el combate contra el tráfico de fentanilo; esto pese a que las cifras oficiales muestran que sólo una pequeña parte del opioide proviene de ese país. Por supuesto los gravámenes se suman a los ya existentes: acero y aluminio (50%); autos (25%); y cobre (50%).
A Trump, que gusta de jugar con los dineros ajenos, debió parecerle una fiesta ver como el dólar canadiense descendió, las bolsas, incluidas las estadounidenses cedieron y una vez más la incertidumbre financiera envolvió a la totalidad del globo terráqueo, volviendo a alimentar los temores de una inflación latente.
Brasil también tendría que estar pagando aranceles, sólo que de 50% a partir del próximo mes. Ahí la justificación es más pueril: las acciones legales emprendidas contra el ex presidente Jair Bolsonaro, inhabilitado políticamente y con varios procesos judiciales por delante. Desde su estrado, Trump lo atribuye a una caza de brujas que no esta dispuesto a permitir.
Cada vez es más evidente que la estrategia arancelaria de Trump tiene que ver menos con el comercio que con sus otros intereses: geopolíticos, electorales, económicos e incluso simbólicos. Cada vez más cerca del año electoral, está claro que Trump busca consolidar el voto de los estados industriales y rurales clave. Utilizar los aranceles como defensa del trabajador estadounidense le funciona muy bien como narrativa, curiosamente los productores estadounidenses, que tienen competencia directa en acero, aluminio y automóviles o los agrícolas afectados por el café brasileño o el jarabe de maple canadiense.
Pero Trump juega a varias bandas. El acercamiento de Brasil con China, a través del bloque BRICS, es visto como un obstáculo para el reequilibrio global pro Estados Unidos, no es casual que las sanciones surgieran apenas unas horas después de que la reunión del organismo fuera clausurada.
Siempre queda abierta la doctrina del caos, estrategia que impone medidas extremas para más tarde ofrecer una solución moderada.
Inicia una nueva era, una era que a diferencia de lo ocurrido el 20 de enero, en que Trump tomó posesión como presidente de Estados Unidos, va dejando atrás el miedo para encontrar respuestas en la razón. Trump sigue teniendo la última palabra, pero eso sí, ya no será la única. El factor sorpresa ha perdido efectividad.
¿Qué sucedió con el robo de oro y plata?
Como muchas industrias en México, la minería es víctima del crimen organizado en diferentes vertientes: extorsiones, cobro de piso, robo de maquinaria y minerales, y hasta la extracción y comercialización ilegal. De acuerdo al Índice de Atracción de Inversión 2024, elaborado por el Instituto Fraser de Canadá, México cayó del lugar 37 a la 74 en el indicador de competitividad minera, debido a la inseguridad que se vive en estados donde las mineras operan.
Hace una semana, una góndola que transportaba alrededor de 33 toneladas de concentrado de oro y plata del Grupo minero Bacis, supuestamente fue asaltada por hombres armados en la carretera Durango-Manzanillo, en un punto cercano a Guadalajara, quedando sanos y salvos el conductor y los guardias de seguridad y recuperándose posteriormente el tractocamión con la góndola vacía.
El “supuestamente” es porque al día siguiente, quien acudió a presentar la denuncia ante la Fiscalía General de Jalisco fue el representante de la empresa transportista únicamente por lo que respecta al vehículo, no la minera, la cual no denunció a esa instancia ni a la delegación de la Fiscalía General de la República. Algo extraño tratándose de el hurto de minerales preciosos.
Más raro fue que el único que confirmó que le comunicaron el robo fue el secretario de Seguridad Pública de Durango, estado donde se encuentra la minera, pues ni la Guardia Nacional tenía conocimiento. Cuestionada sobre el tema, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que el gabinete de seguridad ya investigaba y trabajaba con los afectados. Tuvieron que pasar cuatro días para que Bacis diera a conocer que ya había presentado la denuncia “ante las autoridades correspondientes”, sin precisar cuáles. Los organismos empresariales, incluidos los de la minería, han guardado silencio. Lo anterior, a pesar de que José Jaime Gutiérrez Núñez, director general de Grupo Bacis, presidió la Cámara Minera de México.
El gobernador Pablo Lemus fue enfático en reiterar que no había denuncias ante ninguna instancia y que incluso, en el gabinete de seguridad estatal, se había presentado una muestra del material encontrado en el tractocamión sin rastro de oro ni plata, sino un material utilizado para extraerlo, por lo que pidió a la FGE iniciar investigación, ahora para citar a la minera. La propia fiscalía jalisciense ha referido contradicciones y extrañamientos respecto a las declaraciones del conductor y de los guardias, poniéndose en duda no sólo si ocurrió el robo en Jalisco, sino sí realmente sucedió.
Por el bien no sólo de la industria minera, sino de la certidumbre que necesitan los inversionistas en general, es necesario resolver dudas y saber qué pasó, no dejarlo en el olvido y que sea una historia más que abone a la percepción de inseguridad.
University Tower y la oportunidad vertical rumbo a 2026
En un país que, por décadas, ha mirado de reojo al desarrollo vertical, el “skyline” de la Ciudad de México está comenzando a contar una historia distinta. Y en ese relato, University Tower no es un capítulo cualquiera: es el nuevo protagonista.
Con más del 80% de avance de obra y el 78% de sus unidades ya vendidas, este rascacielos residencial, el más alto sobre Paseo de la Reforma, con 203 metros y 58 pisos, no solo redefine la vida urbana, sino que también representa una señal clara de hacia dónde se mueve el mercado inmobiliario de la capital: hacia arriba, sí, pero también hacia un modelo más rentable, flexible y sustentable.
De cara al Mundial de 2026, en el que México será vitrina global, proyectos como este cobran un valor estratégico. La cercanía con puntos clave como el Zócalo, la Roma, el Bosque de Chapultepec o incluso el Estadio Azteca —a minutos en transporte público— lo posicionan como una opción atractiva no solo para residentes, sino también para inversionistas que visualizan el auge de la renta a corto plazo o de la vivienda corporativa en una metrópoli cada vez más conectada.
University Tower no solo suma altura. Suma visión. Con estándares internacionales de ingeniería antisísmica, un diseño sustentable libre de gas, amenidades dignas de hotel boutique y la integración del histórico University Club, este desarrollo es un ejemplo claro de cómo combinar rentabilidad con legado.
Hoy, más que nunca, invertir en vivienda en zonas de alta demanda y plusvalía no es una apuesta emocional, sino una decisión calculada. Y en un mercado que se reconfigura tras la pandemia, con mayor demanda de espacios bien ubicados, seguros y listos para generar rendimiento desde el día uno, proyectos como éste se elevan sobre la media.
En un entorno que exige inteligencia en la inversión, aquí hay una respuesta con cimientos sólidos.
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