Los emprendimientos femeninos en etapa inicial enfrentan importantes desafíos para acceder a financiamiento, un factor clave para su crecimiento y consolidación.
En México, el 56.8% de las empresas fundadas por mujeres han requerido algún tipo de financiamiento durante los primeros tres años de operación, pero muchas enfrentan barreras significativas para obtenerlo.
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Principales desafíos para el financiamiento
Entre los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres al buscar acceder a financiamiento para su negocio destacan:
- Falta de garantías y recursos propios: Muchas emprendedoras no cuentan con bienes inmuebles o capital social que puedan ofrecer como garantía para créditos bancarios.
- Requisitos y procesos complejos: Los trámites para acceder a financiamiento suelen ser largos y complicados, lo que desalienta a muchas mujeres.
- Falta de conocimiento y redes de apoyo: La ausencia de redes de contacto y desconocimiento de los programas de apoyo limita el acceso a oportunidades de financiamiento.
- Desconfianza por parte de inversionistas: Existe una percepción menor de confianza hacia proyectos liderados por mujeres, lo que reduce las posibilidades de recibir inversión privada.
Estas barreras provocan que las emprendedoras logren acceder a fuentes externas de financiamiento, por lo que se ven orilladas a recurrir a recursos propios o apoyo de familiares y amigos.
Falta de modelos femeninos impacta en el liderazgo empresarial
Tipos de financiamiento para emprendimientos femeninos en etapa inicial
Para superar estas dificultades, existen diversas modalidades de financiamiento especialmente diseñadas para mujeres emprendedoras:
1. Préstamos con condiciones preferenciales
En el mercado existen diversos tipos de microcréditos para mujeres emprendedoras, como el que ofrece el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México (Fondeso).
Este programa otorga financiamiento para iniciar un negocio, que va de los 5 a 7 mil pesos con un plazo de 8 meses y una tasa de interés fija de 0.25% quincenal sobre el saldo total del crédito.
Una vez que las emprendedoras terminan de pagar su primer crédito, pueden acceder a un financiamiento mayor de hasta 25 mil pesos para seguir creciendo su negocio, lo que impulsa la autonomía económica femenina.
2. Capital semilla
El capital semilla, también conocido como seed, es una inversión que se realiza en una empresa de reciente creación con el objetivo de financiar las etapas iniciales de su desarrollo para que pueda crecer y prosperar. Este tipo de financiamiento permite cubrir la inversión inicial del modelo de negocio, como el desarrollo de tecnología, contratación de personal y la adquisición de los primeros clientes.
3. Inversionistas ángeles y financiamiento colectivo
De igual manera, los emprendimientos femeninos en etapa inicial pueden recurrir a inversionistas ángeles o a plataformas de financiamiento colectivo que permiten captar fondos de particulares como el capital de riesgo.
El capital de riesgo son los recursos económicos que los inversionistas proporcionan a las empresas de reciente creación o que se encuentran en una etapa inicial de desarrollo.
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La manera en la que funcionan, es mediante los fondos de inversión de capital de riesgo, en los que participan varios inversionistas que al contribuir con financiamiento, adquieren la figura de accionistas de la compañía.
Finalmente, el acceso a financiamiento es un reto crítico para los emprendimientos femeninos en etapa inicial. Para mejorar esta situación, es fundamental promover programas de crédito, así como fomentar redes de apoyo y capacitación financiera para las emprendedoras. Solo así se podrá reducir la brecha de género en el emprendimiento y potenciar el desarrollo económico inclusivo.
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