Con el aval del Senado, la semana pasada quedaron aprobadas las modificaciones a 1,463 fracciones arancelarias en 17 sectores estratégicos, estableciéndose a partir del 1 de enero de 2026 cuotas que van del 5% al 50% para productos provenientes de países asiáticos con los que México no tiene acuerdos comerciales, entre ellos Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, India, Filipinas, Indonesia, Vietnam, entre otros, y de manera destacada, China.
De acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con la aplicación de estos aranceles, se estima recaudar hasta 70 mil millones de pesos en 2026, y reconoció que los más afectados serán los autos importados. Las cámaras industriales han expresado su apoyo a la medida, previéndose un fortalecimiento de la industria nacional y una sustitución de importaciones.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha sido enfática en que no se trata de aranceles contra China, sino contra los países con los que no se tiene tratado comercial e, importante, con la finalidad de que se produzca más en México. Es decir, salvo por el matiz de que no se trata de una medida dirigida específicamente contra el gigante asiático, lo que hay es un alineamiento con la política económica proteccionista de Donald Trump y -la geopolítica siempre se impone-, a un bloque económico regional norteamericano.
Es claro que mientras China vende mucho, invierte poco y compra menos a México; Estados Unidos, a pesar de Trump, vende, compra e invierte mucho en nuestro país, somos origen de la mayoría de las importaciones estadounidenses y es nuestro principal socio comercial. Incluso Corea del Sur, uno de los países afectados por los aranceles, no lo estará tanto, puesto que tienen plantas de automóviles y electrodomésticos en nuestro país.
Se trata de una medida necesaria de cara a las negociaciones del siguiente año del T-MEC, donde el tema del cumplimiento de las reglas de origen estará en la mesa y México necesita cerrar los huecos de importaciones de China, con una industria subsidiada, y de países que triangulan productos chinos. En efecto, habrá cadenas de valor en México que podrán verse afectadas por insumos chinos y, seguramente, al pasar los aranceles al costo de la población, habrá un alza inflacionaria. Sin embargo, son el menor de los males en un año donde los errores se pagarán caros.
Pedro Haces y el vínculo con el “Limones”: realidad o mentira
Una intensa polémica es la que han generado las posibles relaciones de Edgar “N” alias “Limones”, con varios personajes de la política mexicana, particularmente con el diputado federal y líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces.
Como sabemos, hace un par de días, fue detenido el “Limones”, a quien se le identifica como posible líder de plaza de un grupo delictivo conocido como “Los Cabrera”, el cual se trataría de una escisión del Cartel de Sinaloa. A esta persona se le relaciona con extorsiones a comerciantes, ganaderos y transportistas en la región de La Laguna. El gabinete de seguridad federal dio a conocer que el detenido se trataría de un objetivo prioritario que fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano por su posible participación en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El caso es que la controversia surgió cuando salieron a la luz fotografías y videos que vinculaban a este personaje con la CATEM, sindicato encabezado por Pedro Haces, quien de inmediato negó tener relación alguna con el detenido, además de negar también que formara parte de la organización sindical.
No obstante, las redes sociales de la CATEM en Durango, donde llegó a aparecer el “Limones”, se eliminaron, particularmente la cuenta de Facebook, en lo que muchos califican como un intento desesperado por eliminar cualquier evidencia que les relacione con el imputado.
Por otro lado, también se ha hablado de posibles relaciones de Édgar “N” con otros políticos, ya que se han dado a conocer imágenes del detenido con José Enríquez Herrera, excandidato de Morena a la gubernatura de Durango, o con Ernesto “Güino” Herrera, entre otros actores de ese partido y hasta del PRI.
Obviamente, lo anterior ha puesto nervioso a más de uno, ante el temor de que pudieran relacionarles con el “Limones”, a quien por cierto la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ya le congeló cuentas y seguramente ya indaga otras conexiones con más personajes públicos. Dicen que si ves las barbas de tu vecino cortar…
El Tren Maya: un legado devastador
Tres fallidos megaproyectos marcaron el paso de Andrés Manuel López Obrador por la administración pública: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Refinería Olmeca (Dos Bocas) y el Tren Maya.
De la inauguración de esta última obra hoy justamente se cumplen dos años. La construcción más emblemática y quizá también la más controvertida. Desde su anuncio, el entonces presidente lo presentó como algo mucho más que un sistema ferroviario: hablaba de un acto de justicia histórica para el sureste, de un motor económico que transformaría la región, de un proyecto moderno envidia del mundo entero, sustentable, cómodo, rápido y, sobre todo, autofinanciable. Prometió que detonaría el turismo como nunca antes, que generaría más de un millón de empleos y sería un homenaje duradero a la grandeza de la cultura maya. Era la obra que –según él– trascendería generaciones y sería su legado.
La realidad resultó muy diferente al discurso. El tren acabó por cimentarse más por un impulso político que por análisis técnico, el resultado: una infraestructura costosa, con pérdidas operativas permanentes y un impacto ambiental cuya escala apenas empieza a mostrar su verdadero rostro.
En el aspecto financiero, el balance es contundente: entre enero y septiembre de 2025 el proyecto acumuló pérdidas superiores a 2,681 millones de pesos, mientras los subsidios superan en mucho los ingresos obtenidos por boletaje. Para 2026, el 96% del presupuesto del tren volverá a provenir del bolsillo de los contribuyentes. No hay elementos para esperar que el tren termine por pagarse solo, no al menos durante las próximas décadas.
Pero es en el ámbito ambiental donde todas las promesas se desmoronan. Antes de iniciar la obra el gobierno aseguró que sería un tren ecológico y respetuoso de la selva. Hoy, estudios satelitales, informes de investigadores de la UNAM y del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), así como análisis de colectivos y organizaciones ambientales, coinciden en que la construcción del Tren Maya provocó una deforestación equivalente a entre 5,000 y 10,000 hectáreas a lo largo de sus distintos tramos, dependiendo del periodo y método de medición.
Tan solo el Tramo 5, construido sobre cavernas y selva madura, representa más de 1,800 hectáreas deforestadas, mientras que los tramos 6 y 7, que atraviesan zonas de alta biodiversidad en Campeche y Quintana Roo, concentran alrededor de 3,000 hectáreas adicionales de selva perdida.
Las afectaciones subterráneas tampoco son menores. Buzos y espeleólogos documentaron el colapso o desecación parcial de varias cuevas y cenotes en el tramo que va de Playa del Carmen a Tulum, un territorio asentado sobre un sistema kárstico extremadamente vulnerable. En este tramo, especialistas estiman la presencia de más de 100 cavernas y ríos subterráneos susceptibles de daño permanente debido al peso de la infraestructura y al pilotaje acelerado. La propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoció en distintos momentos “impactos no previstos”.
A esto debe sumarse la afectación a la fauna: registros independientes reportan la disminución de rastros de jaguar en zonas donde antes se encontraban con relativa frecuencia; solo en el corredor Calakmul-Playa del Carmen se estima una reducción de entre 30% y 40% en presencia de fauna mayor debido al ruido, deforestación y fragmentación del hábitat. El tren dividió en dos territorios que funcionaban como corredores naturales para especies que dependen de grandes áreas continuas de selva.
Si bien son graves los sobrecostos tanto en construcción como en mantenimiento, más serios resultan los daños ambientales, un patrimonio que ya jamás habremos de recuperar. Si algo tendríamos que recordar hoy sería el aniversario luctuoso de una parte importante de nuestra reserva ecológica.
Ocho propósitos para enfrentar 2026 con estabilidad
2026 anticipa un entorno complejo en materia económica, no solo en México sino a nivel global, por lo que es conveniente replantear los hábitos financieros para construir un año más estable y responsable.
Círculo de Crédito, la Sociedad de Información Crediticia, señala que la solidez económica no depende únicamente del nivel de ingresos, sino de la manera en que éstos se administran. Mantener un equilibrio estable de entradas y salidas, anticipar imprevistos y ahorrar con constancia son pilares que permiten alcanzar una mayor tranquilidad y mejores oportunidades de crédito.
En ese contexto, la institución fija en ocho los propósitos financieros para iniciar el año con buen rumbo: revisar y mejorar el historial crediticio, elaborar un presupuesto realista, crear un fondo de emergencia y eliminar deudas con altos intereses. A ello se suma el hábito de ahorrar para metas concretas, invertir de manera informada y diversificada, contratar seguros según las posibilidades personales y planear desde hoy el retiro para enfrentar los efectos de la inflación en el futuro.
Para Juan Manuel Ruiz Palmieri, CEO de Círculo de Crédito, un historial sano refleja una vida financiera ordenada y abre la puerta a mejores condiciones de financiamiento. Con estas prácticas, las familias pueden avanzar hacia objetivos como viajar, estudiar o adquirir vivienda. La construcción de un patrimonio no solo fortalece la estabilidad económica, sino que también brinda un bienestar emocional y decisiones más libres, sin la presión del estrés financiero.
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